Te Deum Laudamus
El Thalia de Arrio había sido cantado por los peones de Alejandría y por otros, y disfrutó de una breve popularidad, pero sólo como una forma de burlarse de los creyentes ortodoxos. En cambio, el Te Deum, sin embargo, es un canto de fe, de fe confiada y triunfante en el Dios trino que gobierna toda la historia.